Un dulce y profundo aroma que, además, dura todo el día, quedándose en la piel. Un bien valorado desde la antiguedad, que ya los aztecas daban a los dioses como ofrenda hace millones de años. Mejora la circulación y juega un importante papel en el rejuvenecimiento de la piel.
La inspiración.
Este jabón de ZADOR se inspira en el cacao tropical o como lo llamaban antes, alimento de los dioses. Directa del Amazonas, esta cremosa pastilla de jabón trata la piel durante el día dejando un apreciado aroma por horas.
Cuenta con vitamina E para proteger la piel, manteca de Karité por su efecto nutritivo y antiedad. Formulado con agua termal curativa y un 98% de ingredientes naturales.
¿Cómo usarlo?
Sobre la piel humeda, frotar el jabón y después masajear. Finalmente, aclarar con agua abundante
INGREDIENTES CLAVE:
Agua termal de Hungría: es famosa por sus aguas termales que hace contener una mayor concentración de minerales beneficiosos para la piel. El agua de los jabones de ZADOR sale a la superficie desde 1.000 metros de profundidad y posee grandes concentraciones de sodio, hierro, calcio, magnesio, potasio, flúor, sulfuro o carbono, entre otros, cuyas propiedades curativas le han dado popularidad desde la antigüedad. Concretamente, es agua termal del lago Hévíz, considerado Patrimonio Histórico y de cuya agua destacan los niveles de calcio, magnesio y sulfuro, que raramente se encuentra de forma natural en estos niveles.
Manteca de Karité Orgánica: aporta la parte más nutritiva, rica en ácidos oleico y palmítico, vitamina E y otros ácidos grasos esenciales, beta caroteno, alantoína, agentes antiinflamatorios
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